El cloisonné es una técnica antigua para decorar objetos de metalistería, en los últimos siglos utilizando esmalte vítreo y, en períodos más antiguos, también incrustaciones de piedras preciosas talladas, vidrio y otros materiales. Los objetos resultantes también pueden llamarse cloisonné. La decoración se forma agregando primero compartimentos (cloisons en francés) al objeto de metal mediante soldadura o adheriendo hilos de plata u oro o tiras delgadas colocadas en sus bordes. Estos quedan visibles en la pieza acabada, separando los diferentes compartimentos del esmalte o incrustaciones, que suelen ser de varios colores. Los objetos de esmalte cloisonné se trabajan con polvo de esmalte convertido en una pasta, que luego debe cocerse en un horno.